A penas te miro y empiezo a temblar Luego te saludo y comienzo a sudar Después me da frió y ganas de gritar Que estoy como loco Por qué no me entiendes Yo te quiero en verdad. Me miras te miro y...
La había amado como un demente desde aquel día en que quedaron en una vieja cafetería; al tropezarse con una silla no dijo nada, él supo entonces que era una chica más bien callada. Aquella noche él...